La Oración por los enfermos

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***Adición 18 de abril de 2022 | Addition April 18, 2022***

Santiago 5:13-16 Reina-Valera Antigua

13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? haga oración. ¿Está alguno alegre? cante salmos.
14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? llame á los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados.
16 Confesaos vuestras faltas unos á otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho.

Comentario Bíblico ASD (EGW) sobre Santiago 5:14-16, y 16:

CAPÍTULO 5
14-16. Milagros y remedios naturales.-
Los milagros de Dios no siempre tienen la apariencia externa de milagros. Con frecuencia tienen lugar en una forma que parece como el acontecer natural de los sucesos. Cuando oramos por los enfermos también trabajamos por ellos. Contestamos nuestras propias oraciones usando los remedios que están a nuestro alcance. El agua, debidamente aplicada, es un poderosísimo remedio. Cuando se la usa con inteligencia, se ven resultados favorables. Dios nos ha dado inteligencia y quiere que aprovechemos al máximo sus bendiciones que dan salud. Pedimos que Dios dé pan al hambriento, entonces debemos actuar como su mano ayudadora para aliviar el hambre. Debemos usar cada bendición que Dios ha puesto a nuestro alcance para liberar a los que están en peligro.

Los remedios naturales, usados de acuerdo con la voluntad de Dios, producen resultados sobrenaturales. Pedimos un milagro, y el Señor dirige la mente a algún remedio sencillo. Pedimos ser librados de la pestilencia que anda en oscuridad, que avanza avasalladora con tanto poder por el mundo, y debemos entonces cooperar con Dios observando las leyes de la salud y de la vida. Luego de haber hecho todo lo que podemos hacer, debemos continuar pidiendo salud y vigor con fe. Debemos comer el alimento que conserve la salud del cuerpo.

Dios no nos estimula a que supongamos que él hará por nosotros lo que podemos hacer por nosotros mismos. Las leyes naturales deben ser obedecidas. No debemos dejar de hacer nuestra parte. Dios nos dice: “Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”.

No podemos desobedecer las leyes de la naturaleza sin desobedecer las leyes de Dios. No podemos esperar que el Señor obre un milagro para nosotros mientras descuidamos los remedios sencillos que él ha proporcionado para nuestro uso, y que aplicados oportuna y debidamente producirán un resultado milagroso. Por lo tanto orad, creed y obrad (Carta 66,1901).

Curada a pesar de un ministro impío.-
Me fue presentado el caso del pastor… Lo buscaron desde un lugar distante, unos 130 km, para que orara por una hermana enferma que lo mandó llamar siguiendo las enseñanzas de Santiago. Fue a verla y oró con fervor, y ella también oró. Ella creía que el pastor era un hombre de Dios, un hombre de fe. Los médicos la habían desahuciado diagnosticando que moriría de tuberculosis; pero 951 fue curada inmediatamente. Se levantó y preparó una cena, cosa que no había hecho durante diez años. Pero ese pastor era una persona vil; su vida era corrupta, y sin embargo se había hecho un prodigio, y él se atribuyó toda la gloria para sí.

La escena antes mencionada me fue presentada de nuevo. Vi que esa mujer era una verdadera discípula de Cristo; su fe era lo que la había sanado. Vi las oraciones de ambos: una era brumosa, oscura, cayó hacia abajo; la otra oración estaba mezclada con luz o pequeños destellos que me parecieron como diamantes, y ascendía hacia Jesús y él la elevó a su Padre como fragante incienso, y un rayo de luz fue enviado inmediatamente a la afligida, quien se restableció y fortaleció con su influencia. Dijo el ángel: Dios reunirá cada partícula de fe genuina y sincera; serán reunidas como diamantes, y sin duda producirán un eco o respuesta, y Dios separará lo que es precioso de lo vil. Aunque él soporta con paciencia al hipócrita y pecador, sin embargo éste será descubierto. Aunque por un tiempo florezca como el laurel junto al que es honrado, sin embargo llegará el tiempo cuando su necedad será puesta de manifiesto (Carta 2, 1851).

(2 Tes. 2:7-12.) La obra de falsos sanadores.-
Hombres que están bajo la influencia de malos espíritus obrarán milagros. Harán que algunas personas caigan enfermas proyectando sobre ellas su hechizo, y después quitarán el hechizo induciendo así a otros a decir que quienes estaban enfermos han sido curados milagrosamente. Satanás ha hecho esto vez tras vez (Carta 259, 1903).

16 (ver EGW com. 4:8). La elocuencia que Dios acepta.-
Está completamente fuera de lugar el que se esfuerza por emplear un lenguaje elocuente cuando ora. La elocuencia que Dios acepta es el clamor ferviente y anhelante del alma que siente que debe recibir ayuda.

Las oraciones largas no son esenciales. Los que trabajan con el debido espíritu orarán con el debido espíritu. El que trabaja como Cristo trabajó, orará de buena fe. Y la Palabra de Dios nos asegura: “La oración eficaz del justo puede mucho” (Carta 121, 1901).

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Santiago 4:8 Reina-Valera Antigua
8 Allegaos á Dios, y él se allegará á vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros de doblado ánimo, purificad los corazones.

Comentario Bíblico ASD (EGW) sobre Santiago 4:8:

8 (cap. 5:16; ver EGW com. Heb. 1:14). A salvo en la presencia de Dios.-
“Acercaos a Dios”. ¿Cuál es el resultado de esto? No podemos acercarnos a Dios y contemplar su belleza y compasión sin que comprendamos nuestros defectos y seamos llenos del deseo de ascender. “Y él se acercará a vosotros”. El Señor se acercará al que confiesa a sus hermanos las faltas con las cuales los ha ofendido y luego va a Dios con humildad y contrición.

El que siente su propio peligro está alerta para no contristar al Espíritu Santo y luego apartarse de Dios, porque sabe que el Señor no se complace con su proceder. Cuánto mejor y más seguro es acercarse a Dios para que la límpida luz que brilla de su Palabra pueda curar las heridas que el pecado ha abierto en el alma. Mientras más cerca estemos de Dios más seguros estaremos, pues Satanás odia y teme la presencia de Dios (Carta 40, 1901).

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Hebreos 1:14 Reina-Valera Antigua
14 ¿No son todos espíritus administradores, enviados para servicio á favor de los que serán herederos de salud?

Comentario Bíblico ASD (EGW) sobre Hebreos 1:14 (parcial):

(Sant. 4: 8.) Los ángeles buenos refrenan a Satanás.-
Dios tiene ángeles cuya obra continua es la de atraer a los que serán herederos de la salvación. Cada vez que uno da un paso hacia Jesús, Jesús da pasos hacia él. La obra delos ángeles es la de refrenar los poderes de Satanás (MS 17, 1893).

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(Efe. 6: 12.) En ayuda de las almas tentadas.-
Ángeles celestiales están comisionados para que velen por las ovejas del rebaño de Cristo. Cuando Satanás con sus tretas engañosas engañaría si le fuera posible aun a los escogidos, esos ángeles ponen en acción influencias que salvarán a las almas tentadas si éstas prestan atención a la Palabra del Señor, comprenden su peligro, y dicen: “No, no entraré en ese designio de Satanás. Tengo un Hermano Mayor en el trono celestial, quien me ha mostrado que tiene un tierno interés en mí, y no voy a entristecer su amoroso corazón. Sé y estoy seguro de que él vela por sus hijos y los cuida como a las niñas de sus ojos. Su amor no disminuye. No heriré el corazón de Cristo; no trataré de convertirme en un tentador de otros” (Carta 52, 1906).

***English***

James 5:13-16 King James Version

13 Is any among you afflicted? let him pray. Is any merry? let him sing psalms.
14 Is any sick among you? let him call for the elders of the church; and let them pray over him, anointing him with oil in the name of the Lord:
15 And the prayer of faith shall save the sick, and the Lord shall raise him up; and if he have committed sins, they shall be forgiven him.
16 Confess your faults one to another, and pray one for another, that ye may be healed. The effectual fervent prayer of a righteous man availeth much.

SDA Bible Commentary (EGW) on James 5:14-16, and 16:

Chapter 5
14-16. Miracles and Natural Remedies—
God’s miracles do not always bear the outward semblance of miracles. Often they are brought about in a way which looks like the natural course of events. When we pray for the sick, we also work for them. We answer our own prayers by using the remedies within our reach. Water, wisely applied, is a most powerful remedy. As it is used intelligently, favorable results are seen. God has given us intelligence, and He desires us to make the most of His health-giving blessings. We ask that God will give bread to the hungry; we are then to act as His helping hand in relieving hunger. We are to use every blessing God has placed within our reach for the deliverance of those in danger.

Natural means, used in accordance with God’s will, bring about supernatural results. We ask for a miracle, and the Lord directs the mind to some simple remedy. We ask to be kept from the pestilence that walketh in darkness, that is stalking with such power through the world; we are then to cooperate with God, observing the laws of health and life. Having done all that we possibly can, we are to keep [939]asking in faith for health and strength. We are to eat that food which will preserve the health of the body.

God gives us no encouragement that He will do for us what we can do for ourselves. Natural laws are to be obeyed. We are not to fail of doing our part. God says to us, “Work out your own salvation with fear and trembling. For it is God which worketh in you both to will and to do of his good pleasure.”

We cannot disregard the laws of nature without disregarding the laws of God. We cannot expect the Lord to work a miracle for us while we neglect the simple remedies He has provided for our use, which aptly and opportunely applied, will bring about a miraculous result. Therefore, pray, believe, and work (Letter 66, 1901).

Healed in Spite of Unconsecrated Minister—
A case was held up before me of a … minister; eighty miles he was sent for, to pray for a sick sister who sent for him in compliance with the teaching of James. He went and prayed in earnest, and she prayed; she believed the minister to be a man of God, a man of faith. Physicians had given her up to die of consumption. She was healed immediately. She arose and prepared supper, a thing she had not done for ten years. Now the minister was vile, his life was corrupt, and yet here was a great work. He took the glory all to himself.

Then again the scene mentioned above passed before me. I saw that the woman was a true disciple of Christ; her faith was that she should be healed. I saw their prayers: one was misty, dark, fell downward. The other prayer was mixed with light or specks which looked to me like diamonds, and arose upward to Jesus and He sent it up to His Father like sweet incense, and a beam of light was immediately sent to the afflicted one and she revived and strengthened under its influence. Said the angel, God will gather every particle of true, sincere faith; like diamonds shall they be gathered up and will surely bring a return or answer; and God will separate the precious from the vile. Although He bears long with the hypocrite and sinner, yet he will be searched out. Though he may flourish with the honest a while like the green bay tree, yet the time will come when his folly will be made manifest (Letter 2, 1851).

(2 Thessalonians 2:7-12.) The Work of False Healers—
Men under the influence of evil spirits will work miracles. They will make people sick by casting their spell upon them, and will then remove the spell, leading others to say that those who were sick have been miraculously healed. This Satan has done again and again (Letter 259, 1903).

16 (see EGW comment on ch 4:8). The Eloquence That GodAccepts—
He who strives for eloquent language when praying is entirely out of place. The eloquence that God accepts is the earnest, longing cry of the soul which feels that it must have help.

Long prayers are not essential. Those who labor in the right spirit will pray in the right spirit. He who labors as Christ labored will be in earnest when he prays. And the Word of God assures us, “The effectual fervent prayer of a righteous man availeth much” (Letter 121, 1901).

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James 4:8 King James Version
8 Draw nigh to God, and he will draw nigh to you. Cleanse your hands, ye sinners; and purify your hearts, ye double minded.

SDA Bible Commentary (EGW) on James 4:8:

8 (James 5:16; see EGW comment on Hebrews 1:14). Safe in God’s Presence—
“Draw nigh to God.” What is the result of this? We cannot draw nigh to God and behold His loveliness and compassion without realizing our defects and being filled with a desire to rise higher. “And he will draw nigh to you.” The Lord will draw nigh to him who confesses to his brethren the wrongs he has done them, and then comes to God in humility and contrition.

He who feels his own danger is on the watch lest he shall grieve the Holy Spirit and then draw away from God because he knows that He is not pleased with his course of action. How much better and safer it is to draw nigh to God, that the pure light shining from His Word may heal the wounds that sin has made in the soul. The closer we are to God, the safer we are, for Satan hates and fears the presence of God (Letter 40, 1901).

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Hebrews 1:14 King James Version
14 Are they not all ministering spirits, sent forth to minister for them who shall be heirs of salvation?

SDA Bible Commentary (EGW) on Hebrews 1:14 (partial):

(James 4:8.) Good Angels Restrain Satan—
God has angels whose whole work is to draw those who shall be heirs of salvation. Whenever one takes a step toward Jesus, Jesus is taking steps to-ward him. The angels’ work is to keep back the powers of Satan (Manuscript 17, 1893).

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(Ephesians 6:12.) To the Aid of Tempted Souls—
Heavenly angels are commissioned to watch the sheep of Christ’s pasture. When Satan with his deceptive snares would deceive if possible the very elect, these angels set in operation influences that will save the tempted souls if they will take heed to the Word of the Lord, realize their danger, and say: “No, I will not enter into that scheme of Satan. I have an Elder Brother on the throne in heaven, who has shown that He has a tender interest in me, and I will not grieve His heart of love. I know and am assured that He is watching over His children, keeping them as the apple of His eye. There is no diminishing of His love. I will not grieve the heart of Christ; I will try not to become a tempter to others” (Letter 52, 1906).